Vivir de dividendos: ingresos pasivos

Lo que más me gusta de invertir en empresas que reparten dividendos a sus accionistas es que cada año obtengo importantes ingresos sin hacer absolutamente nada. Esas ganancias no requieren esfuerzo por mi parte, más que un análisis previo a la decisión de compra y la disponibilidad de un capital que voy a poner a trabajar comprando activos, en este caso en bolsa.

La contraprestación de formar una cartera, pongamos por ejemplo, de 30 o más grandes empresas que reparten dividendos anualmente de forma recurrente, pertenecen a diferentes sectores y operan en diversos mercados, es que voy a recibir unos ingresos seguramente durante décadas sin que la recepción de dicho flujo monetario haya supuesto dedicación de tiempo por mi parte. En efecto, la inversión por dividendos es una forma de generación de ingresos pasivos.

Es cierto que nunca podré tener la certeza de una rentabilidad garantizada por la imprevisibilidad innata del mercado pero es altamente probable que si hoy invierto de forma inteligente en compañías cuyos negocios tienen recorrido a largo plazo, dentro de 30 años (por poner un ejemplo temporal), es decir en 2045 seguiré recibiendo ingresos en mi cuenta bancaria y eso os aseguro que da una grata sensación de libertad financiera. ¿Hay algo mejor que eso? Permíteme que lo dude.

Puedo estar durmiendo, irme a jugar a pádel con los amigos, tomando una piña colada en una playa de Tailandia o viendo el partido de fútbol de mi equipo favorito desde el estadio, que sin mover un dedo, y por el hecho de ser propietario de acciones de compañías que remuneran al accionista, mañana seré algo más rico que hoy porque dichas compañías van a generar rentabilidades derivadas de sus negocios que como inversor voy poder disfrutar. Es la ventaja de gastar mi dinero comprando activos.

Ahora bien, para gozar de buenas rentabilidades futuras hay que emplearse a fondo en el momento presente y eso significa dedicarle horas a buscar empresas que coticen a precios atractivos, estudiar sus ratios, entender su sector, revisar las últimas cuentas anuales, etc. Si pretendes que el capital que dispones hoy te permita vivir mañana hay que tomar decisiones conscientes habiendo analizado todos los factores posibles, que no son pocos precisamente. Y a pesar de que hagas un excelente trabajo en este sentido, nunca podrás eliminar la incertidumbre.

Si bien es cierto que una vez envías la orden de compra a tu bróker y las acciones pasan a formar parte de tu cartera de valores, el trabajo ya está hecho. Toca relajarse, dejar correr los dividendos durante años y disfrutar de la vida. Eso sí, no caigas en el error de hacer un seguimiento diario de la cotización diaria de tus valores en cartera porque no te llevará a nada bueno. Las fluctuaciones del presente no dicen nada sobre el rendimiento que pueda darte ese activo en tu cartera durante los próximos 30 años. Para esta estrategia tenemos que pensar en el largo plazo y por eso personalmente solo analizo las cuentas anuales de forma trimestral y reviso por encima las noticias relacionadas sobre sus dividendos. Lo demás es ruido.

¿Realmente puedo terminar viviendo de los dividendos? Te lo demuestro con un cálculo. Imagina que hoy disponemos de 40.000 euros y que formamos una cartera diversificada de unos 20 valores. Supongamos que en el momento inicial la rentabilidad por dividendo de nuestra cartera es del 3% y asumimos un aumento promedio del dividendo del 6% anual. Con ese escenario bastante realista, en 40 años estaremos recibiendo algo más de 12.343 euros anuales en concepto de dividendo. Además, es probable que nuestro capital se haya multiplicado a lo largo de estos años. Esto demuestra que un inversor paciente es casi siempre recompensado en el largo plazo y cuando estamos recibiendo dividendos todavía más.

Otro aspecto a considerar en la inversión por dividendos es que cada cobro reduce la cantidad de capital que tenemos en riesgo. Por ejemplo, si hoy invirtiera 1.000 euros en Telefónica y ofreciera una rentabilidad por dividendo (léase yield) del 3,5% podría asumir que cobraría al menos 35 euros al año. Si la telecos aumentará un 7% su dividendo anualmente, eso significa que doblaría mis ganancias por dividendos cada década. Es más, en 17 años habría recibido en concepto de dividendos la misma cantidad de mi inversión inicial y seguiría teniendo mis acciones en cartera.

En definitiva, invertir en bolsa siguiendo una estrategia es la mejor forma de ganar dinero. Es cierto que uno puede hacerse rico especulando, comprando y vendiendo, de hecho creo que todos lo hemos intentado, pero el propio estrés del mercado termina pasando factura. De estrategias hay muchas, pero comprar y mantener pensando en el largo plazo y no dedicarse a otra cosa que revisar la cantidad de dividendos que nos ingresan en cuenta es quizás una de las mejores estrategias que conozco.